Las abolladuras en las paredes laterales de las piezas moldeadas son un problema bastante común en el proceso de moldeo por inyección de plástico. Estas hendiduras suelen deberse a la contracción localizada del plástico tras el cierre del canal de moldeo o a una cantidad insuficiente de material. Entonces, ¿cómo resolver eficazmente el problema de las abolladuras en las paredes laterales de las piezas moldeadas por inyección? Este artículo explorará este tema desde distintos ángulos.
En primer lugar, hay que entender las causas de las abolladuras. Suelen producirse en zonas donde aumenta el grosor de la pared de la pieza moldeada, como cerca de esquinas exteriores afiladas, en lugares donde el grosor de la pared cambia bruscamente o detrás de salientes, nervaduras o soportes. Sin embargo, también pueden producirse en otros lugares atípicos. En última instancia, la causa de las abolladuras reside en las propiedades de dilatación y contracción térmica del material. El grado de expansión y contracción de la pieza moldeada durante este proceso depende de varios factores, siendo los más importantes las propiedades del plástico, el rango de diferencias de temperatura durante el moldeo por inyección y la presión de mantenimiento en la cavidad del molde. Además, el tamaño y la forma de la pieza moldeada, así como la velocidad y la uniformidad del enfriamiento, también influyen en la aparición de abolladuras.

Durante el proceso de moldeo del plástico, el grado de expansión y contracción del material está estrechamente relacionado con el coeficiente de expansión térmica del plástico procesado. Este coeficiente de dilatación térmica durante el proceso de moldeo se denomina "contracción del molde". A medida que la pieza moldeada se enfría y se contrae, su estrecho contacto con la superficie de refrigeración del molde disminuye gradualmente, lo que se traduce en una menor eficacia de la refrigeración. Al mismo tiempo, la pieza moldeada sigue encogiéndose a medida que se enfría.
Cabe destacar que los materiales plásticos semicristalinos tienen una mayor contracción de moldeo, lo que agrava el problema de las abolladuras. Por el contrario, los materiales no cristalinos tienen una menor contracción de moldeo, lo que reduce significativamente la aparición de abolladuras.
Además, las piezas de fundición con paredes más gruesas tienen tiempos de enfriamiento más largos y son más propensas a sufrir contracciones importantes. El grosor excesivo es, por tanto, una de las principales causas de las hendiduras. Al diseñar piezas moldeadas, deben evitarse los diseños con paredes más gruesas. Si no puede evitarse un grosor desigual de las paredes, debe considerarse la posibilidad de diseñar piezas con cavidades en su interior para reducir eficazmente la aparición de abolladuras.